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jueves, 12 de febrero de 2009

Homenaje a Editorial Columba por Calamaro

Andrés Calamaro rinde un homenaje musical a las publicaciones de la Editorial Columba y menciona a alguno de los personajes más característicos de Columba, por lo menos a los que ahora estamos entre la base 3 y 4, los que de "niños" sentimos igual que Calamaro al ojear esas revistas.


La letra de nos fue proporcionada por "Leoabsurdo" en un comentario a un articulo anterior
"REVISTAS" (A. CALAMARO)
Tengo base y entiéndase bien por base cimientos intelectuales
De chico en el colectivo leía historietas nacionales,
como el espía inglés con licencia para matar
que regala rosas amarillas siempre,
como El Errante, como El Inmortal,
como el indio blanco, como el Desterrado,
como el cabo Sabino, como Roland el corsario,
como Johnny Hazard, como Savaresees de los 80 como decirtess.
Escorpiones en el desierto y Corto Maltés
¡gran Corto Maltés!
Los chindits en Birmania
aquí la legión contra los tanques de Alemania
capítulo aparte a Benjamin Francklin
al gato de Freddy a Freddy,
Boogie el aceitoso,
el Eternauta, eternamente auta
de ahí a factotum, de ahí a cartero,
de ahí a mujeres.
Ya leo libros papá.
Ya leo libros papá.
Ya leo libros papápapapapa
Ya leo libros papá.
Ya leo libros papá.
Ya leo libros papápapapapapa
Ahora que todo viene con 2000
me voy acordando de miles anteriores,
yo fui un dinosaurio que nunca se fue,
una bruja en la hoguera de Salem.
En el desierto me llamaban Magí,
cruzando de bando, apellido francés
en la legión magrebí.
Soy or grund, soy Nippur de Lagash, Savarese y Jack Arosh
y si quiero nena puedo fumar crack
y ser Isidoro, Isidoro, Cachorro,
el coronel Cañones, El capitán Metralla
metiéndose una raya.
Que literatura más pura
y en colores,
después del blanco y negro
historias con sabores, olores.
El Errante siempre adelante
capítulo aparte para lo que
hubo antes y después.
Algo se derrumba,
cuantas aventuras de editorial Columba.

sábado, 13 de septiembre de 2008

Recordando a Editorial Columba en Gualeguaychú por Oli

En aquel momento, cuando uno se estaba formando; los trazos de Lucho Olivera, los de los hermanos Villagran, la dureza de un Madrafina, la majestuosidad de un Solano Lopez, aquel Ernesto Garcia Seijas o ese Salinas entre tantas plumas, fueron fatasticos surtidores de combustible para todos nuestros sueños, alla en la epoca Dorada de esa Editorial Columba, a lo mejor desprolijas tan bendita para la siesta de los lectores.
Por esos tiempos en siestas de pueblos dormidos, a gachas y en cuclillas cuando mi madre se dormia, nos disputabamos con mi hermano un momento desbordante de adrenalina. Una odisea homerica se presentaba al momento sustraerle a mi madre el Tony, Dartagnan, Fantasia, Intervalo o Nippur Magnum de entre sus falanges dormidas. Porque mi madre era la primera lectora de aquel ejemplar que tuvieramos (diariamente) para pasar esas siestas satisfechas de soles.
Ahi pari el cimbronazo de la desilusion de Kayan el bárbaro cuando Ildiko (su gran amor) le confeso que estaba enamorada de Atila, rey de los Hunos y enemigo carnal de Kayan. Asimile el silencioso y carnal amor de Nippur hacia Nofretamon. Un amor tan prohibido como para una soberana de Egipto. Vibre a Teseo de Atenas enfretar a un pobre minotauro gracias al corazon de Ariadna. Probe esa desesperacion de verlo al general Nippur quebrarse bajo harapos de mendigo cuando perdio su ojo izquierdo.
Tanto nos divertiamos con los ilustrados pensamientos de Tom el pastor aleman y sabueso de Tino en Mi novia y yo. Buenisima estaba la Popis en la mano del gran Enrique Vogt, segundo padre de Mojado.
Cuantas siestas navegamos y volamos tambien con Ediciones Records. Con ese Peregrino de las Estrellas. Aquel tremendo Perramus de Breccia y las viñetas de Alvar Mayor a cargo de su sangre.
Uno no deja de sentirse un gran privilegiado por enviciarse con esas historias en esos cuadritos.
Varios arrastramos la tristeza de ver a Gilgamesh perdiendo toda la completa razon y vagando eternamente en el espacio... solo y buscando que le regresen su muerte.
Cuando se confirma realmente que El sobreviviente era hijo de Or Ground y Anhala, sacerdotisa de la luz, vencedores de los Primordiales.
Cuando Johnnie Savarese pierde a Mario bajo la balacera negra de Madrafina. Una rosa amarilla de Denis Martin en la pluma de Fernandez. La pantera descomunal de Helena en Garcias Seijas. Cuando el Mark de un Wood y Villagran queda a la deriva en una cruz por aquel rio. Cuando Wolf pierde a Gwendolyn. Cuando Canelo nos inyectaba aquel Rocky Keegan, palurdo amigo de Monk, hijo postizo de Ma Letizia y enfrentado a Ciro Moore por una pollera. Cuando a Dago se le escapa de las manos su principal presa en venganza con la mano cercenada despues de ajusticiar tambien a Kalandrakis.
¿Quien te puede sacar esos momentos y esas imagenes como bucles en algun lugar de los sesos?
¿Como explicar lo que uno sentia con cada pagina?
Cuando en la peor etapa de la guerra de Crimea El Cosaco pierde a Piotr. Que gris se ponian las siestas por ese entonces! Cuando Dago pierde a Selim, el esclavo. Cuando entra Pipa Sanchez al ruedo mientras su hermano Pepe seguia bajo la palma del capo editorial Don Palomo. Y gracias a Dios que no lo vi morir al gigante UR EL, viscera del Errante. El pelmazo de Mike Nolan que siempre cobraba y a lo ultimo les daba su merecido.
La belleza de Hollywood que ligo el Mojado nos daba la esperanza de encontrar tamaña fortuna en un futuro.
Esa fabulosa Barbara de Barreiro y Zanotto a los tiros con la babosa gigante del subte. Aquellos As de Pique cacheteando a los Stukas de la RAF. La capacidad de liderar y cuidar a todo su equipo de un teniente Morgan en Chindits y los huevos de Wajda (lider de los Aguilas Negras) con su apellido impronunciable.
En mi Gualeguaychú alla por los 80, conocia cada kiosco de cambio de revistas y en una gran movida, quizas la mas luminosa de mi vida, tuve la gran oportunidad y la aproveche. Por un par de Dartagnanes me lleve a casa el libro negro de Nippur. Tinelli tuvo una parecida pero con menos vuelo.
Un abrazo grande y que la vida le sea un Cuento de Almejas!
12-09-2008 / Oli desde Gualeguaychú

lunes, 5 de mayo de 2008

Entrevista a Manuel Morini (Gustavo Amézaga) - Segunda Parte

15. ¿Cómo realizabas los guiones de personajes de otros autores y qué enfoque le dabas a cada uno de ellos?
Hay muchas manera de hacerlo. Por ejemplo, un autor de telenovelas me dijo que le continuara una tira diaria de 120 episodios de los cuales él ya había escrito 60. No hay problema. Dame los sesenta que escribiste. No los tengo, solo los tres últimos. Te cuento un poco de qué la va y te las arreglás vos. Existía un solo error que no debía cometer. Hablar del pasado de los personajes, que no conocía. Podría llegar a convertir una telenovela de amor en un thriller surreal. Salió bastante bien.

Con la historieta en cambio, particularmente con personajes anclados en el imaginario popular, como Nippur de Lagash, por ejemplo, es algo más complicado. En principio hay que ser lector de ellos. Ahí había story editor. Sólo los últimos años los correctores conservaban una ficha con los datos más recientes del personaje, no para asistir a los guionistas, sino para no equivocarse ellos. Para seguir con el caso de Nippur, su primer episodio apareció en 1967, cuando yo tenía siete años, de modo que era imposible haberlos leído a todos. El gran archivo de volúmenes sólidos, pesados, encuadernados a mano, de cuerina roja y a veces verde, con letras repujadas en oro resultó un verdadero paraíso. Allí estaba la verdadera historia de Columba. Absolutamente todo. Ordenados por títulos y personaje. Los devoré todos, en la oficina, en casa, en el bus. Volvía luego a colocarlos allí donde estaban como si nadie lo hubiera tocado. Más tarde me hice hacer yo mismo un archivo privado.
Ahora bien, esto de conocer a fondo la temática del personaje, estaba bien. Pero existía un segundo imperativo. El de construir el guión suplente con estructura circular, es decir, el personaje debía vivir una aventura en el marco de la saga pero el plot principal debía cerrarse al fin del episodio. Tengo la impresión de que todos aquellos que hicimos ese trabajo salimos de él con cierta dignidad.
16. ¿Cómo se ha reflejado tu vida como artista en tu obra, tanto en los personajes como en las historias?
A menudo uno recrea situaciones vividas, particularmente las emocionales. Está claro que no soy un guerrero, ni agente secreto, ni viajo en el tiempo. Sin embargo, uno suele bajar línea a sus personajes. Al menos con los que se identifica, los principales actantes de la historia. Esto es común entre los narradores. Buscamos todo el tiempo disparadores a nuestro alrededor. Miramos. Espiamos sin que lo adviertan, a cara limpia. Apostaría a que para ser efectivo hay que haber sabido vivir más que haber aprendido a escribir. No me malentiendan. Apruebo la enseñanza clásica. Combinada con la experiencia puede dar buenos resultados.
17. Como creador y artista, ¿cuál es él o los personajes que más valoras?
Teniendo en cuenta que la pregunta siguiente es más puntual, yo diría acá que más que personajes, valoro personalidades. Muertos y vivos. Y Gracias a Dios, conozco a varios vivos.
18. Háblanos de la vida de tus pérsonajes, desde cómo se originan, sus historias/aventuras, si se relacionan y qué significan para tí como parte del proceso creador y formativo.
Todos tuvieron orígenes diferentes. Crazy Jack, por ejemplo, fue el mágico encuentro con Ruben Meriggi en una etapa de Columba de bastante libertad. Queríamos hacer cyberpunk. Nos fijamos en Mad Max y le cambiamos algo. Pero el fuego empezó en Ruben. Veía sus posibilidades no ya como dibujante, que es de primera línea, sino como diseñador. Iba creando y creando maravillas fantásticas más allá de lo que marcaba mi guión. De modo que tenía que correr detrás de él para hacerle hacer lo que él había visto antes que yo. Realmente unos años maravillosos. No recuerdo cuántos episodios hicimos juntos, pero fué casi una década. Con altos y bajos. En un momento, Ruben empezó a ganar más trabajando para Skorpio-Eura, por lo que a veces Crazy quedaba relegado a un segundo lugar y yo lo entendía perfectamente. Vamos a sacarle lo más que podamos en estas circunstancias, siempre me dije.


Khrysé, otro personaje que quedó bastante redondo, nació de otro modo. Por aquel entonces, Ramón Columba había retomado la dirección de Arte. Controlaba todo lo que se publicaba y hasta daba directivas sobre cómo debían ser los personajes que él quería crear. Crazy estaba temporalmente freezado. Le llevé entonces un artículo sobre una hermosa y joven espía que se había involucrado en varios escándalos políticos. Le dije que me gustaría hacer algo así y a él también. Lo bautizó Khrysé por el voluptuoso peronaje de una novela de Pierre Lüys. Me gustó el nombre. Entonces me dijo: “Ahora vaya y hágalo.” Duró setenta y dos episodios y Ramón jamás me dió una indicación sobre la trama. Creo que, además, le gustaba, aunque jamás me lo dijo explícitamente. También fue diferente a Crazy la construcción psicofísica del personaje. Ya estaba conversada de antemano con Alfredo Falugi. Ya sabía que su especialidad era dibujar lindas chicas, razón que la convirtió en una serie llena de glamour y aventura. Como dijo, quizá despectivamente, un lector italiano, es James Bond mujer. Acertó.
19. ¿Cómo valoras tu participación en el desarrollo y la evolución de los siguientes personajes: Nippur, Dax, Crazy Jack, y qué momentos más resaltantes o memorables tienes de ellos?
En relación a los más o menos 300 episodios de Nippur, mi participación ha sido poca. A pesar de haber escrito una treintena, es solo un diez por ciento. En Dax, me ocupé de toda una segunda temporada, menor a la primera hecha por Robin. En Crazy mi participación fue total, como lo exliqué más arriba. Debo también agregar Dago, personaje al que escribí varios guiones suplentes en Columba, durante su publicación mensual. Gracias a ello, Robin me convoca, junto a Ricardo Ferrari a escribir los libros mensuales para Italia. En
el presente, Dago es publicado por Eura Editoriale de diferentes maneras. Existe un semanal, escrita por Robin Wood y dibujada por Carlos Gomez. El principal. Ahí no intervengo. Ferrari y yo nos encargamos del mensual. Un comic-book de 96 páginas unitario. Dago ya es un personaje ricamente desarrollado por Robin, es decir, está casi todo hecho. No tengo más que imaginar una nueva aventura para él. En cierto modo, estas dos vías paralelas del personaje se enriquecen mutuamente. Y los momentos memorables. Muchos ocurren durante tu contacto con el público. A pesar de ser reservado y casi no asistir a ferias, en las pocas que fui he sido recibido con mucho afecto, Hasta hubo una banda de rock llamada Crazy Jack, con la cual Meriggi y yo nos comunicamos y nos atendieron con reservas creyendo que queríamos cobrarle por la marca. Cuando entendieron que no había nada más lejos de ello, nos invitaron a un concierto. Otro de esos momentos fue hace apenas unos días. Un encuentro con Alfredo Grassi. Guionista de Columba, novelista, fundador de la Escuela de Cine del Instituto Nacional. Colega durante treinta años. Alias, Sir William Woolrich, alias Gian Galeazzo Bruno, y decenas de alias más. Encuentro el cual documento con la fotografía que les adjunto. Teníamos tantas cosas que contarnos que no alncazó el tiempo.
20. ¿Cual sería tu balance del desarrollo y la evolución de la historieta argentina, sudamericana, etc. y tu participación de este proceso?
Puedo hablar del desarrollo en Argentina. Desde hace más de cincuenta años que viene evolucionando. Ocurre que hoy estamos atomizados. Los autores y dibujantes han buscado mejores puertos, como Estados Unidos y Europa. Muchas de esas páginas están hechas por argentinos, pero no es historieta argentina. Aquí hay esporádicos rebrotes de cosas previamente publicadas fuera, por no dar el presupuesto para producir. Uno de estos últimos, al que le deseo larga vida, es la revista Magma, de Thalos Editorial, con la cual colaboro. Respecto a mi participación en este proceso, yo hablaría mejor globalmente, de toda mi generación. Vivimos los últimos momentos de esplendor. Eso nos ha enseñado que los mercados son oscilantes y podemos resistir las malas épocas, apretando los dientes y reinventándonos trabajo. Estamos vivos y produciendo. Existe, además, otra generación que viene pujando detrás. No importan los estilos. Comic, manga o gauchos. Ahí están.
21. ¿Cuáles son los proyectos (personales, obras) que tienes en proceso de desarrollo?
No daría a basto enumerarlos. Ocurre que, por experiencia propia, puedo decir que germina uno de cada cien. Infinidad de guiones para cine, desde luego. Y particularmente la creación y gestión de una consultora de comunicación audiovisual, junto a un grupo de guionistas talentosísimos y premiados como Christian Busquer. También hay por ahí una novela que han prometido publicarme. Y otra en lento proceso de escritura. Ambas policiales.
22. ¿Cómo se conjuga la actividad artística con tu desempeño en lo cotidiano?
Lo cotidiano para mí es la actividad artística y sus convergentes. Paso el día investigando, leyendo, viendo, construyendo y escribiendo.
23. ¿Qué actividades y objetivos personales y cómo artista desearías realizar en los siguientes años?
Como decía, tengo una novela en vías de ser publicada. Otra en vías de ser terminada y muchas en la cabeza. Me gustaría empezarlas, terminarlas , publicarlas y -no por último, menor- venderlas. Es un proceso arduo. A la vez, tengo especial confianza en la Consultora, la cual por problemas técnicos aún no funciona a full, pero lo va a estar en pocos meses. Gambito Ideas brinda servicios de doctoring, consulting, polishing y escritura para guiones de comics, televisión, documentales y cine, con alcance hispanoparlante. Y, como siempre, mi principal objetivo coincide con el de muchos. Ser feliz, sin necesidad de hacerle daño a nadie. Compartiendo con los míos deliciosos momentos. Dicen algunos que el secreto no reside tanto en encontrar como en seguir buscando.

Abril 2008

viernes, 2 de mayo de 2008

Entrevista a Manuel Morini (Gustavo Amézaga) - Primera Parte

Maestro de guionistas en la Editorial Columba, don Manuel Morini o su alter ego Gustavo Amézaga dejo en nuestras lecturas infantiles una huella de aquellas imposibles de borrar, obviamente nos referimos a las historias que escribió para Nippur, Dax, Dago y Crazy Jack, en nuestro caso fueron leídos de manera aleatoria, conforme accedíamos a las revistas que encontraramos en la Lima posterior al denominado "Gobierno de las Fuerzas Armadas", números aparecidos en los 70 y 80 que fueron importados de manera masiva y que con mis hermanos tratabamos de conseguir donde pudieramos encontrar.
Agradecemos el tiempo que nos ha dedicado, valoramos en especial la calidad muy humana y personal que se ve expresada en el desarrollo de cada una de sus respuestas.
1. ¿Quién es Manuel Morini y cómo se define como persona y ser humano?
Metería todas las categorías en el mismo bolso. En un principio me consideraría del lado de los “buenos”, aunque no reacciono con sensatez ante los ”malos”. Pero cuidado, antes de enfrentarme calculo en términos de pérdidas y ganancias. Y si las pérdidas son mayores, me retiro.
¿Pero qué es el Bien y el Mal? Coincido con los conceptos clásicos, solo que otros no. Creo en patrones éticos y estéticos personales que fui construyendo a medida que creía. Y aún no he terminado. No solo me gratifica ganar, sino también perder. Quiere decir que utilicé todas mis habilidades, pero que aquello o yo aún no estábamos listos. Voy tras lo que me interesa de modo obsesivo. Detesto la farsa, con el sufrimiento consecuente de verlas todo el tiempo en la calle, en los medios y en los dirigentes. Supongo que, en definitiva, esas son las razones para que algunos me detesten, pero te aseguro que mis selectos amigos son de fierro, aún los que no piensan como yo.
2. ¿Cuál fue el origen del seudónimo Gustavo Amézaga y que ventajas y desventajas te ha traído?
En realidad, cuando empecé, no imaginaba escribir con seudónimo. Fue el Jefe de Arte de Columba quien me convenció de que Manuel era nombre de almacenero. Y vaya si tenía razón. Mi abuelo materno Manuel lo era. No lo conocí. Pero sé que era un tipo honorable. ¿Qué importa que sonara a qué? Yo solo quería publicar mi maldita historieta. Tenía solo dieciocho años y no quería darles el primer pretexto para ser eyectado. Así y todo puse la condición de que dicho seudónimo no fuera anglosajón. Ya había varios, reales o no. Entonces tomé mi segundo nombre y mi apellido materno y los junté. Julio Álvarez Cao decía que mi nombre sonaba bien. Manuel Morini. M.M. El viejo truco de las iniciales iguales. Como me fueron conociendo bajo el seudónimo, decidí que sería mejor continuar usándolo. Hace seis años, al cambiar de editor, lo abandoné. Ahora, Thalos lo ha exhumado para editar algunos de mis trabajos en Argentina. ¿Ventajas? Los lectores me conocen así. ¿Desventajas? No lo sé. Si hasta hay lectores en potencia que ni siquiera conocen a Gustavo Amézaga.
3. Como artista y creador, ¿cuáles han sido tu formación y estudios?
Los estudios vienen después del querer ser artista. Por lo demás, me siento más cómodo en la casilla de narrador. De chico me mandaban a estudiar de todo. Música, dibujo, inglés. A la vez que andaba con los pantalones rotos en los playones del ferrocarril cazando lagartijas y ranas. A los siete tenía mi primer personaje de comics llamado “Muerte Segura”, una suerte de humanoide monstruoso con un cuchillo ensangrentado en la mano. A los nueve escribí algo que creía una novela llamada “La Venganza de Frankenstein”. Fan de las series americanas en blanco y negro, descubrí que el cine era su hermano mayor e iba tres veces por semana, incluso para ver las eróticas en los cines de barrio. Durante el secundario aprendí muchas cosas y no precisamente en las aulas. Fueron los años de plomo. De sentimientos contradictorios y dolor. A los quince, me uní a un grupo de compañeros para investigar el fenómeno de los Platillos Volantes y todo lo paranormal que apareciera por allí. No voy a contar ahora en todos los sucios rincones donde me metí, pero sí que en cuanto ocurría algo extraño e inexplicable, nos presentábamos con total desfachatez en las productora de TV asegurando que nosotros sabíamos del tema. Al vernos ellos en nosotros ya en sí un fenómeno les resultábamos graciosos y salíamos al aire a explicar, no sin cierta pedantería, nuestras teorías.
Por aquel entonces me había hecho fan de una tira diaria que aparecía en el diario Clarín llamada “El regreso de Osiris”, escrita y dibujada por Alberto Contreras, guionista de Columba. En uno de esos shows tuve el honor de conocerlo. Fue el primero en enseñarme cómo escribir un cómic.
También leía todo lo bizarro que cayera en mis manos, matizados por lecturas de clásicos y no tanto. A los diecisiete ya me consideraba con los conocimientos suficientes como para escribir un guión y fui a ver a Carlos Vogt, quien me apadrinó ante Columba. Cuando me agarró el Jefe de Arte me di cuenta de todo lo que NO sabía. Y faltaría mucho para averiguarlo y ensayarlo. Después empezó mi carrera cuasi académica. Estudiando Cine en la única escuela privada que existía Buenos Aires y asistiendo a infinidad de talleres de guión. Pero mi maestro, mi verdadero maestro fue Antonio Presa, el tan mentado Jefe de Arte de Columba.
4. ¿Quienes han sido las personas que más han influenciado en tu vida personal?
Creo que en primer lugar, aunque no en el definitivo, fueron mis padres. Ellos era los que me compraban libros además de poseer mi madre una biblioteca, sino clásica, al menos considerable. Como dije, me tenían que arrancar de la tele cuando emitían “Los invasores” o “Kung fu”.
Me dedicaré acá solo a aquellos a los que he tenido contacto personal. Primero, en el tiempo, Alberto Contreras; después Carlos Vogt, que no solo me obsequió generosamente los primeros tips, sino que llevó en mano mi primer guión a Columba. Robin Wood, más que maestro era mi ídolo. Sin advertirlo, el me ensañaba cosas. No sólo cómo escribir una buena aventura, sino también vivirla. Cada tanto, se daba una vuelta por Argentina y trataba de aprovecharlo al máximo, con la complicidad y amistad de Antonio Presa. Y acá llegamos a un hito personal. Antonio Presa. Maestro del arte y de la técnica. Dibujantes y guionistas le debemos más de lo que solemos admitir. Fue el titiritero en las sombras. Como editor, supo encausar a los artistas en sus corrientes naturales. Con su gestión, la empresa dio un giro comercial definitivo. Lógicamente, todo esto es una suma de hechos y actores. Como la llegada de Wood, de Olivera, de los Villagrán, Mandrafina, etc. Pagaba bien. Y enseñó a todos los que quisieran aprender. Yo fui uno de esos privilegiados. Quizá el más cercano de todos. Fuimos amigos hasta sus últimos días.
5. ¿Cómo se ha visto influenciado el entorno familiar con el trabajo que realizas?
Jamás me había puesto a pensar en ello. Al terminar el secundario me tomé un año para trabajar sobre la escritura. Mi vida era leer, escribir, conocer chicas, ir a la cinemateca del teatro Sha y pasar las tardes saqueando las heladeras de mis amigos, así como ellos saqueaban la de casa. Muy buena época. Pero no tanto para mi madre. Creía que me había perdido definitivamente. Cuando empecé profesionalmente todo cambió. Ya no pedía dinero, sino que ahorraba aprovechando la beca de vivir bajo su techo sin poner un peso. Seguí mis sueños y viajé a Europa con una amiga a la que conocí meses antes y nos separamos días después de llegar. Al volver sentí la necesidad de estar solo. Viví así por años en un departamento, de modo que no molesté a nadie, ni viceversa. Luego, un par de parejas que entendían mi trabajo no interfirieron en él. Aclaro que soy animal diurno, duermo de noche, no me gusta acostarme tarde y trabajo de día. Lo más normal del mundo. Desde que me casé, hace más de veinte años, cada uno trabaja en lo suyo sin molestar al otro. Y eso que al principio vivíamos en un departamento de veintinueve metros cuadrados incluidas partes comunes . Si tengo que decir algo, es que el entorno familiar -incluidos padres y hermanos- se han beneficiado. Nos queremos todos. Soy generoso con ellos, así como lo son conmigo.
6. ¿Cuáles consideras que han sido tus aportes al género?
El principal aporte fue sin duda el de descubrir nuevos talentos como Jefe de guionistas de la Editorial. Esa era la orden que Presa me había dado. Para los dibujantes estaba él. Yo me ocupaba de los guionistas nóveles. Leía sus trabajos. Anotaba todo para comentarles punto por punto lo que tenía y lo que le faltaba, invitándolo a corregirlo. Uno de ellos es Jefe de la Cátedra de comunicación de la UADE. Otros son guionistas de TV. Algunos siguen siendo historietistas y otras cosas. Tenían función de editor, sugería temas, novelas a adaptar, etc. Ayudé, en definitiva a desacelerar la inevitable caída que ya sufría Columba en el momento en que entré. Como guionista, un poco. Después de la generación de Wood y Trillo, discípulos creativos de Oesterheld, el oficio se desdibujó un poco en Argentina. Cerraron las editoriales. Muchos migraron para Europa o Estados Unidos, otros cambiaron de ocupación, incluso yo, trabajando como dialoguista en las sombras para TV. En historieta no sé si tuve éxitos pero sí grandes satisfacciones.
Con Crazy Jack en primer lugar y Khrysé en segundo. Parte importante para mí fue la de convertirme en guionista asistente de Wood. Le escribía, digamos un Savarese, y él lo reescribía incomparablemente mejor. Era la época en la que Robin tenía una enorme producción, se entiende. Confirmada mi capacidad, comencé a trabajar como suplente. Robin vivía fuera de Argentina y aún hoy lo sigue haciendo. Enviaba sus guiones por carta, a lo sumo por fax, manuscritos. Algunas veces no llegaban a tiempo y me encargaban un episodio circular, que no cambiara la línea argumental general tramada por Robin. Así trabajé con Mandrafina, Salinas, Olivera, etc. Los grandes, digamos. Después, cuando Robin se cansaba de esa serie, entre Armando Fernández, Ricardo Ferrari y yo, las seguíamos sin descuidar las nuestras. Es así como hoy escribimos con Ferrari los Dago Mensuales para Italia en tanto que Robin se dedica a su exquisito trabajo del semanal con dibujos de Gómez.
7. ¿Qué significó llegar a ser parte de Editorial Columba?
Todo. Columba era el Hollywood de los historietistas. Con los mismos defectos y ventajas de la Meca del Cine. Pero se toma, o se transita por las afueras. Y yo quería bebérmela toda. En especial porque era un adolescente. No sólo iba a realizar mi sueño de ser guionista, sino que compartiría cartel con los grandes, ganaría dinero. En síntesis, me convertiría en un adulto y, además, viviría de mi “arte”. ¿Hay alguien que aspire a algo más? En aquel momento, la culminación de mi carrera. Poco después descubrí que era solo el principio de ella. Además de convertirme en uno de sus guionistas, trabajé de manera corporativa como coordinador y editor. La experiencia ganada allí en diferentes áreas técnicas y humanas fue impresionante e impagable. Columba se convertía en mi segunda escuela y en mi segundo hogar. Desayunaba, estudiaba, trabajaba, almorzaba, me encontraba con colegas -muchos de los cuales hoy son mis amigos- con los que discutíamos sobre temas infinitos. Si hubiera habido una cama, hasta me hubiese quedado a dormir.
8. ¿Cuales fueron las etapas vividas en los años en que trabajaste en Editorial Columba?
Demasiadas para mi gusto. Pero nada es estático ni permanente. La primera, a los diecisiete, desde fuera. Iba una vez por semana a sesiones de coaching dictadas en persona y de manera individual por Antonio Presa, el jefe de Arte. ¡Y gratis! No podía creerlo. Fue cuando empecé a publicar. Como tenía conocimientos técnicos de narración por mis estudios cinematográficos, me contratan para guiar a los guionistas nóveles y leer guiones sobre los que debía redactar un informe. Con otros artistas y diseñadores que ya había allí, formamos un equipo humano increíble. Además de trabajar, nos divertíamos a lo loco. Un verdadero semillero. Estábamos tapados de ideas. Hasta formamos una escuela de guionistas con gente muy selecta, algunos de los cuales trabajan hoy para TV a tiempo completo, o son renombrados investigadores en áreas de la comunicación. No lo sabíamos en aquel entonces, pero aquello era idea de Presa. La curva de ventas caía 1 % por mes y pretendía crear una generación de artistas que insuflara nueva vida a un cuerpo que la perdía de a poco. Pero fue inútil. Rivalidades y resentimientos en las esferas superiores los mantenían ocupados en otra cosa.
Fui testigo de cómo una pariente cercana de los dueños era contratada primero como correctora, luego como Jefa de correctores, después Jefa de Redacción, luego editora y finalmente Gerente General. Una meteórica carrera en tan solo cinco años. Increíble. Cuando llegó al último puesto, me despidió. Nunca explicó claramente sus razones. Su ineptitud e ignorancia en el tema dieron el último empujón. La editorial tuvo que venderse y entonces fue ella la despedida, para no volver a asomar nunca la cabeza a un mundo al que jamás perteneció. Los nuevos propietarios volvieron a contratarme, pero ya no fue lo mismo. La pobreza de medios había vencido y un par de años después la cerraron definitivamente. Participé como consultor en la venta del archivo y las marcas a testaferros de supuestos capitales españoles. No tengo idea a dónde a ido a parar todo aquello.
9. ¿Cómo era la “vida cotidiana” de trabajar para Columba?
Algo de eso respondí en la pregunta anterior. De 8 a 14 hs, mi trabajo como editor de guionistas. De 15 a 19, en casa escribiendo. Dos mundos contrapuestos y, sin embargo, tan unidos. Por la mañana, reuniones, algarabía, satisfacciones y decepciones. Por la tarde, soledad, silencio, concentración y más trabajo.
10. ¿Cuáles consideras que han sido los aportes de Columba al género de la historieta?
Fue fundamental entre lo 70’s y los 80’s. Nada menos que veinte años, aunque persistió más de ochenta como empresa. Una de las dos o tres de más trayectoria en el país. Descubrió a Robin Wood, a Marchionne, a Mandrafina, a los hermanos Villagrán, a tantos otros, que siendo ya genios se convirtieron en renombrados luego de pasar por sus páginas. Hizo volver al ruedo a Oesterheld, quien por aquel entonces no tenía domicilio fijo y le dieron una oficina para él solo para que escribiera lo que quisiera, siempre y cuando se adaptara a la línea editorial, cosa en la que el Maestro no tuvo el menor problema. Infinidad de personajes que quedaron en la memoria cultural y colectiva no solo de Argentina, sino del Cono Sur. No necesito nombrarlos. Están todos en este blog.
11. ¿Cuáles fueron los orígenes de los primero guiones que publicaste?
Desde luego que antes había escrito otros que jamás vieron la luz. Pero el primero publicado fue inspirado en una canción de Bob Dylan llamada “Hurricane”, habla de la mafia del box y ése fue el tema. No recuerdo su título ahora, aunque el segundo fue “Aves de Presa”. ¿Habrá sido inconscientemente un homenaje a mi maestro? Al convertirme en guionista asistente de Robin, comencé escribiendo la base para algunos episodios de Savarese. Por ejemplo “El rey del basural”, inspirado en un mestizo, madre brasileña y padre vaya a saber qué. Lo conocí durante un verano que pasé en Bariloche. Cargaba algún delito a sus espaldas y vivía prófugo de la justicia en una cabaña en lo alto del cerro Otto. No bajaba a menudo a la ciudad, y cuando lo hacía, de noche, caminaba mirando el suelo. Tenía un sofá destartalado al aire libre, rodeado de flores donde nos sentábamos con amigos a conversar. A veces lo acompañaba a remar en kayak por el lago Nahuel Huapi. Me señalaba una elegante casa en la otra orilla contándome que soñaba con robarla. Tiempo después aparece una noche en casa, en Buenos Aires, durante la que tomamos unos vinos y desapareció para siempre. Días después, me entero que un amigo estaba detenido por comprar objetos robados que le había vendido el Negro. En otro Savarese me inspiré en el guionista Albiac. Su alter ego era Alby Ackerman, un periodista que se mete en problemas. Pero lo más curioso fue cuando le envié a Robin un episodio donde llegaba una prima de Anne Mette, novia de Savarese, aunque también esposa de Robin en la vida real. Esa prima-personaje se llamaba Ingeborg. Robin me preguntaba confundido cómo es que yo sabía que Anne Mette tenía una prima llamada Inge. ¿Telepatía? Vaya uno a saber. Por último, mi primera serie y la que me dio tantas satisfacciones. Crazy Jack. Si mirás bien, te vas a dar cuenta que es Mad Max. Ocurre que después, cobró vida propia y transitó otros caminos de tinte más orientado a la fantaciencia.
12. ¿Cuáles fueron los momentos más agradables y desagradables que vivieras al trabajar para Editorial Columba?
Fueron tantos los momentos agradables que hacen olvidar los otros.
13. ¿Qué anécdotas recuerdas de tus compañeros de labores?
Toda una vida de ellas. Además, éramos jóvenes. Vivíamos haciéndonos bromas de todo tipo. Un día, uno de ellos me avisa preocupado que me busca un tal Gustavo Amézaga. Me encontré con un gaucho que se emocionó hasta las lágrimas al conocerme. Venía desde el interior para estrecharme la mano. No porque fuera mi fan, sino porque era mi homónimo. En redacción trabajaba una señora que hablaba demasiado sin importarle el interés de sus temas. Un día vino a nuestra a oficina a hacerlo. Tuvimos que escucharla media hora. Cuando se fue, arrojamos bolas de papel contra la puerta justo cuando se asomaba para contarnos algo que había olvidado. Los proyectiles ya habían sido lanzados y se estrellaron contra su cara, quedando pasmada y confundida. Recuerdo también el día que filmamos un “blooper” después de hora para enviar a un show de concursos. Armamos un cumpleaños, con bonetes, matracas y torta. El cumpleañero la apagó con un eructo feroz que duró más de treinta segundos. Recibió un segundo premio. Durante un tiempo, solía traerme guiones un alcohólico sin talento. Yo debía rechazarlo con la mayor elegancia posible. Una tarde me esperó en la calle, a la salida, más borracho que nunca. Quería pegarme. Aún sin yo hacer nada, no lo consiguió. También recibí amenazas anónimas telefónicas de alguien que decía ser un mutante de “Mark” y que me iba a liquidar. Quizá se tratara del alcohólico. Nunca lo supe. Siempre recordaré las medias lunas calientes que traía Armando Fernández por las mañanas. No hay tipo más sociable que él. De guión era de lo que menos hablábamos. Alguien con quién compartí importantes momentos fue con Julio Álvarez Cao, guionista de Cabo Savino y tantos otros personajes. Yo tenía diecinueve años y él sesenta. Nos hicimos amigos de inmediato aunque era mas bien una relación parental. Un maestro de vida. Aún hoy conservo su navaja, aquella que siempre llevaba encima. Hubo también una época en que nos negaban las revistas a los empleados y mi jefe se las regalaba a los vagabundos que venían a pedir. Me enojé con, nos gritamos. Jamás me había peleado con él y jamás volví a hacerlo. Diez minutos después estaba pidiéndole perdón. Durante un tiempo hubo un gerente que no recuerdo su nombre. Se trajo su propia secretaria que, obviamente, era su amante y todos lo sabíamos. Una tarde, la señorita en cuestión se paró delante mío para seducirme con unos pasos de danza e invitarme a bailar por la noche. Maldita sea, tuve que negarme. Era ella o mi trabajo. Estas son las que se pueden contar. Hay más.
14. ¿Qué recuerdo tienes del señor Ramón Columba, de los directores y de tus jefes en general?
Hay que hacer una aclaración. Cuando se dice Ramón Columba pueden ser las tres generaciones. Existió un primer Ramón, taquígrafo del Congreso de la Nación, eximio dibujante que, junto a su hermano Claudio, funda Editorial Columba. Pero es cuando sus hijos asumen el mando que se convierte en verdadera y completa editorial de historietas. Estos hombres, se llamaban también Ramón y Claudio, respectivamente. Pero eran primos. Y hay una nueva generación de primos segundos llamados también Ramón y Claudio. De modo que debemos tener presente la singularidad de cada uno de los tres, o los seis, como quieran. A la primera generación no la conocí. Mis recuerdos de los demás son gratos, en general. Pudimos estar no de acuerdo en temas puntuales, aunque ellos jamás lo supieron. Todos los Columba que he conocido son gente honorable.
Luego, los demás directivos, que han sido demasiados, son para mí un desfile de rostros. Los veía pasar, como a los días. De pura casualidad, hasta un primo hermano mío fue uno de ellos. Durante su gestión lo vi solo una vez. Luego de su gestión, un par de veces más. El que jamás olvidaré es ese hombre astuto, hábil, que se mantenía siempre en segunda línea jugando en primera y hasta sacando tajada de ello. Mi maestro y amigo Antonio Ramón Presa, que en paz descanse.
Abril 2008

domingo, 6 de abril de 2008

Entrevista a Gustavo Schimpp 2

12. Qué anécdotas recuerda de tus compañeros de labores (guionistas y dibujantes)
De aquella primera época, no hay gran cosa para contar: yo me escapaba unas horas de mi otro trabajo para reunirme con Morini o Presa y así como entraba, me iba. De la época de la “renovación” recuerdo unas cuantas relacionadas con Ricardo Barreiro, pero (aunque graciosas) no son recomendables para contar en publico.
13. Cómo realizabas la creación de guiones para personajes de otros autores y qué enfoque le dabas a cada uno de ellos.
Creo yo, y hasta ahora nadie me ha hecho pensar lo contrario, tener un don para la mimetización. Captar detalles característicos de cada autor en como maneja las situaciones, la personalidad del protagonista y la estructura de sus aventuras. Comencé desde ahí. Luego de “ponerme” cómodo, empecé a contar las historias que a mí me gustarían ver protagonizadas por el personaje. Por ejemplo: uno de los últimos guiones que escribí para Nippur, conocía a un gigante griego que había perdido la memoria. Mi intención era que esa mole de músculos fuera Heracles (Hércules) y Nippur lo acompañara de regreso a Grecia para reencontrarse con Teseo y los tripulantes de la Argos. Pero, la colaboración terminó y también Nippur.
Sobre tus obras en Columba y fuera de ella
14. Cómo se ha reflejado tu vida como artista en tus obra (personajes e historias)
No creo que haya un reflejo notable. Es verdad que cada historia, cada personaje tiene algo del autor. Pero, al menos hasta ahora, no creo haber reflejado mi ideología en las obras comerciales. Tengo en mente unas cuantas historias que si pondrían de manifiesto como he vivido algunas situaciones de mi vida o como me han afectado el solo hecho de vivir en Argentina. Pero, mas allá de esa “catarsis” de la que hablaba mas arriba (y de la que solo podría percatarse mi esposa o algún amigo), aun no creo haber dejado algo importante de Gustavo Schimpp en las historias que he escrito. Eso todavía esta por venir.
15. Cómo creador y artista cuál es el o los personajes que más valoras
Quizás por la historia que me marco lo suficiente para querer ser guionista de historietas, me fascinan los héroes sencillos, los que no tienen “pose” de héroe. Héroes de actitudes sencillas, calladas a tal punto de ser ignoradas. El héroe que es héroe solo porque se sobrepone al miedo que le plantea la adversidad. Que después se endurezca, o no, y se transforme en el típico héroe osado que todo lo enfrenta me parece circunstancial y obedece al camino que tome el personaje para crecer. De hecho, todos queremos identificarnos con el héroe. Y también queremos que sea capaz de hacer las cosas que nosotros no nos animamos (o no nos animaríamos). Dicho esto parecería que no soy un gran fan de los típicos superhéroes. Sin embargo he leído muy buenas historias y no reniego de ellos. Hasta me gustaría escribir sobre alguno. Pero no uno de los más populares, porque no podría tratarlo como al arquetipo de mi predilección.
16. Hablanos de la vida de tus personajes, desde cómo se originan, sus historias/aventuras, si se relacionan y que significaron para ti como parte del proceso creador.
Cuando escribes historias cortas, autoconclusivas, no te cuestionas mucho de donde salen. Uno toma ciertos estereotipos y los maquilla un poco para que no lo parezcan. Lo interesante es cuando desarrollas una historia con personajes centrales a los que vas a tratar por un cierto periodo (corto o largo dependerá del editor y el gusto del publico): ahí tenes que conocerlo al detalle, armarles una biografía, definirles una personalidad. Y dejarlos crecer. Me gusta que mis personajes me guíen, que sean ellos los que me marquen errores y muchas veces, las historias aparecen o se resuelven como consecuencia lógica de sus actos. Me ha sucedido que personajes que se crearon como complemento, de pronto crecieron tanto que pasaron a un nivel protagónico. Esto no siempre es bueno y resulta una buena oportunidad de hacerlo desaparecer como elemento dramático. El problema, si uno no lo busca, es que se cree una simbiosis con el verdadero protagonista y no haya forma de sacárselo de encima.
17. Hablanos de los guiones realizado como adaptaciones de libros, cómo se originaban y que significaron para ti como parte de tu proceso creador.
Bueno, como conté anteriormente, nunca llegue a terminar una adaptación. Actualmente estoy adaptando unos cuentos y, contrario a lo que se pueda suponer, no es mas sencillo tener ya una idea planteada por otro que a tener una propia. Primero porque el lenguaje de la literatura es muy diferente al de la historieta. Segundo que hay que captar la esencia de lo que verdaderamente quiso el autor de la obra original. Personalmente, me ha sido útil leer criticas sobre la obra que voy a adaptar. Eso me ayuda a buscarle el ángulo desde donde la voy a encarar. También me sirve para decidir que tipo de adaptación será: adaptación propiamente dicha; basada en...; Inspirado en...; recreación; o adaptación libre.
18. Cuál sería tu balance del desarrollo/evolución de la historieta argentina, sudamericana, etc. y tu participación de este proceso.
Hace dos años te habría dado una respuesta diferente, pero viendo la situación actual de la historieta argentina, considero que esta mutando; que la larga tradición de un estilo argentino definido de hacer historieta comenzó a nutrirse de otras formas: superhéroes, el “under” o “indie” norteamericano, y hasta con el manga, debido a los años en que aquella historieta tradicional estuvo ausente. Tampoco es que esta haya desaparecido: así lo prueban nuevos proyectos que son acusados de nostalgiosos, cuando gozan de muy buena salud en Europa.
No considero haber tenido participación alguna en ningún cambio, aunque en todo caso no es algo que yo debería responder. Afortunadamente, tuve una corta interrupción en mi carrera. En ese periodo anduve investigando y hasta generando proyectos en los nuevos soportes tecnológicos, pero que no creo hayan causado un impacto en esta llamada mutación.
Sobre tus actividades en la actualidad
19. Cuáles son los proyectos (personajes, obras) que están en proceso de desarrollo.
Bueno, hay varias cosas en las que estoy trabajando, además del personaje que finalmente se esta publicando actualmente (MALENA) en la Skorpio italiana, con dibujos de Horacio Vila.
Con Horacio Lalia estamos adaptando cuentos de vampiros. Cuentos no tan conocidos, aunque comenzáramos con Carmilla.
Con Javier Solar queremos hacer una de ciencia-ficción que definiría como una mezcla de Valerian con Cowboy Bebop.
Con Marcelo Valentini (quien está dibujando uno de los especiales de DAGO) tenemos en carpeta contar la vida de Manuela Saenz, a quien Bolívar llamara “la Libertadora del Libertador”. Es una de las cosas que me quedaron pendientes de la época Columba. Claro que esta nueva versión es totalmente diferente a aquella.
Con Roberto Viacava queremos retomar nuestro personaje Syra, que comenzó a publicarse en el sitio web argentino Portalcomic, renovándolo casi desde cero.
Estos son los mas concretos. Charlas e ideas hay muchas.
20. Cómo se conjuga la labor artística con tu desempeño como docente.
Ser docente en este medio, y calculo que en cualquier disciplina artística, es una experiencia sumamente enriquecedora porque permite comprender los mecanismos con que elaboramos nuestro trabajo.
Es normal, aun para nosotros los creadores, suponer que uno desarrolla este trabajo artístico dejándose llevar por un arranque de inspiración o por la experiencia del oficio. Pero al vernos “obligados” a transmitir nuestra forma de trabajar, comprendemos mejor como funciona nuestro proceso creativo y, de ese modo, potenciarlo. Yo creo que todos los que nos hemos sido autodidactas, deberíamos dictar clases al menos un año: es muy divertido, luego de pasar por la experiencia, y descubrir lo que tienen para decir aquellos que lo explican desde un punto académico y teórico (léase esto sin desmerecer el trabajo de esas personas, aclaro).
Actualmente, los tiempos me impiden continuar esa labor, pero descubrí que me gusta y anhelo poderlo repetir.
21. Qué actividades/objetivos personales y cómo artista desearías realizar en los siguientes años.
Como objetivos personales, estoy embarcado en la investigación genealógica de mi familia. Me gustaría emular a Alex Haley, pero en una saga de historieta. Creo que hay tanto para contar: mis ancestros dejaron Alemania seducidos por el llamado de la zarina rusa (de origen alemán) Catalina II, La Grande. Cien años en la zona baja del Volga, en la actual frontera con Kazajstán y de nuevo otra migración. También me gustaría concretar el sueño de formar una editorial.
Estoy decidido a concretar proyectos que son solo bocetos de ideas aunque sea por puro placer: con Alcatena siempre hablamos de repetir la experiencia de contar historias sobre los indios de los grandes lagos del norte, pero esta vez concentrándonos en los del noroeste; además de retomar el personaje HPL que nació en un episodio unitario. Con Sergio Ibañez tenemos pendiente sentarnos a conversar una colaboración fuera de las que hemos hecho para la Skorpio italiana. Con Horacio Lalia soñamos con traer de regreso a Nekrodamus. Artísticamente, hace 20 años publico en Italia y tras el breve paso por el mercado francés, me gustaría volver a publicar algo allí y en otros países europeos. Estoy tratando de ubicar algún proyecto en Estados Unidos... En fin, hacer lo que hacemos todas las noches, Pinky: ¡tratar de conquistar el mundo!
(Marzo 2008)

domingo, 30 de marzo de 2008

Entrevista a Gustavo Schimpp - Primera Parte

Gracias a la paciencia y dedicación de Gustavo Schimpp, a continuación le presentamos las respuesta que nos alcanzara al Cuestionario que le enviaramos, nuestro apreciado amigo pertenece a la penúltima etapa de artistas que publicaron en Editorial Columba (pues consideramos que la última etapa de lo que significa Columba para la historieta sudamericana todavía no ha sido escrita).
Como simples lectores hemos gozado del trabajo de Gustavo cuando "gastabamos pestañas" al encontrar sus ideas y aportes en personajes como Mojado, Martin Hell y Nippur. Gracias a la cercanía que nos ofrecen los grupos organizados en internet, recien el año pasado logramos entrar en contacto y comunicarnos via email, resultado de este intercambio fue la necesidad que tuve de elaborar un cuestionario y enviarselo, espero que las respuestas del maestro y amigo Schimpp nos permitan conocer un poco más de él.
1. Quién es Gustavo Schimpp como persona y ser humano
Soy un típico descendiente de alemanes, con todas sus virtudes y también sus defectos. Mi padre, intransigente, quería que fuera ingeniero: su sueño era que lograra ingresar al Instituto Balseiro. Pero yo, con solo 16 años, ya tenia muy claro que quería ser guionista de historietas. De mi viejo, estoy seguro que dejo esta vida orgulloso de ver que, a pesar de todo, llegue a buen puerto con los sueños que hice realidad. Sobre todo porque recientemente descubrí, ahora que no esta, que a él también le gustaban las historietas desde chico.
Me ha llevado un largo camino ser el guionista que soñé ser. Y siento que recién ahora comienzo a transitar por completo el camino de explotar el potencial gracias a la experiencia.
Mis dos hijos y mi esposa conforman mi familia. Familia maravillosa que me aguanto en los malos tiempos y hoy todos disfrutamos la recompensa, humildemente, merecida a fuerza de tenacidad.
2. Cómo artista y creador cuál ha sido su formación (estudios)
Creo que como muchos profesionales, he sido completamente autodidacta. Siempre leí mucho, de todo además de historietas. Mi padre siempre decía que “el saber no ocupa lugar”. Cuando decidí ser guionista, recuerdo haber leído la frase escritor de viñetas. El sentido común me decía que debía escribir por separado texto e imagen. Años después recibí unos muy buenos consejos del maestro Zanotto. Pero, curiosamente, jamás hable con un guionista profesional.
Salvo la orientación que Manuel Morini (o Gustavo Amézaga, que es la misma persona) intentó darme para adaptar novelas de best-sellers, nunca hable con otros guionistas sobre como trabajar o construir las historias. Aun cuando, en años posteriores, encontré buenos amigos entre mis colegas.
3. Quiénes han sido las personas que más han influenciado en su vida profesional
¡Uff! Eso es largo de enumerar.
Como crecí leyendo revistas de Columba, mis primeros referentes fueron Robin Wood y Ray Collins. Trillo me divertía desde la última página del Clarín cada vez que mi padre lo compraba. Ya adolescente, llegó a mis manos EL ETERNAUTA y Oesterheld me partió la cabeza. Ese fue el quiebre: ahí decidí que eso quería ser. Quería escribir como ese señor que, yo entonces lo ignoraba, ya no estaba entre nosotros.
Luego, desde las paginas de Skorpio, conocí a Ricardo Barreiro, Emilio Balcarce, Carlos Albiac, Hugo Pratt (con su Corto Maltes) y Eduardo Mazzitelli. En Columba redescubrí a Ricardo Ferrari, a Jorge Morhain, a Álvarez Cao. No todos me gustaba todo el tiempo, pero aun en las historias que menos me gustaron me enseñaron muchísimo.
También aparecieron los extranjeros: Chris Claremont, Grant Morrison, Alan Moore y Neil Gaiman, entre muchos otros.
Hoy mi trabajo creo que se asemeja mas al estilo que Ricardo Barreiro le imprimía a las aventuras. Pero me encanta jugar con referencias eruditas o con la cultura popular de otros medios. Si debiera elegir un genero como preferido, ese seria la ficción histórica.
4. Cómo se ha visto influenciado su entorno familiar por el trabajo que realizas
Esta es difícil. Cuando conocí a mi esposa, mi único trabajo era ser guionista. Fue en la época donde Columba intento una renovación. Luego se derrumbo y vinieron las vacas flacas. A mis hijos siempre les pareció normal verme trabajar en casa, todo el día frente a la PC o leyendo libros, trayendo cada vez mas (tanto que hoy llenarían una habitación si no los tuviera repartido en cajas por toda la casa). Las vacas flacas duraron un tiempo, pero volvieron a engordar y hoy todo lo que poseo es gracias a la historieta.
5. Cuáles consideras qué han sido tus aportes a la historieta como género
Seria demasiado pretencioso decir que mi trabajo ha producido algún aporte al medio. Lo que si me animo a afirmar es que, junto a otros colegas, intentamos hacerlo. Y al menos, hemos dejado alguna huella.
Cuando desaparecieron las editoriales en Argentina y la historieta brillaba por su ausencia en los kioscos después de décadas, muchos (guionistas y dibujantes) nos embarcamos en un proyecto de edición independiente al que denominamos A.C.H.A. (Asociación de Creativos de la Historieta Argentina). El resultado fueron cinco números en la calle, en el termino de dos años, de una revista llamada HACHA. Fue un trabajo duro, pero lleno de satisfacciones por el apoyo del publico lector. Pero sus integrantes también debíamos cumplir con los trabajos que nos redituaban económicamente, así que cada vez se hizo mas difícil seguir adelante con el proyecto. A fines de 1997, el grupo acabó disolviéndose. Uno de los personajes que creamos con Horacio Lalia, no pudo ver la luz en la revista: afortunadamente, unos años después cobro realidad en unos álbumes franceses. Ese personaje fue BELZAREK.
Testarudos, algunos volvimos a intentarlo con un prozine (un fanzine hecho por profesionales) llamado ATIZA!. Fueron solo dos números y yo no quería darme por vencido. Así nació CABEZA DE GORGONA, mi primera experiencia (y única hasta ahora) como editor. El emprendimiento no prosperó mas allá del primer numero y 1998 dejo un saldo amargo.
Para el nuevo milenio, quienes hacíamos HACHA decidimos reunirnos para un anual que se publico a fines del 2000: HACHA 2001. Fue tan bien recibida que durante el 2001 sumamos cuatro especiales temáticos bajo el lema HACHA PRESENTA. Luego de eso, la debacle económica del país echo por tierra todos los sueños.
6. Qué significaba para un joven ocupar el segundo lugar y llegar a Editorial Columba
Imaginate: yo tenía 20 años y todas las ilusiones puestas en hacer realidad aquella “vocación” descubierta en las paginas de EL ETERNAUTA. Ya había participado en el concurso de Fierro y hablado con Zanotto en Record. El destino quiso que las puertas se abrieran en una de las revistas preferidas de mi infancia. ¡Y nada menos que con un segundo premio! Ahí nomás, arañando el premio mayor. ¿Cómo explicarlo sin caer en lugares comunes? Solo es entendible para quien ha vivido una situación similar, cuando tus sueños están allí, materializándose. Si bien en esos años no me sentía cerca del estilo Columba, me pareció genial aceptar semejante desafío. Es fácil escribir cuando lo haces como te gusta: ahora tenía que aprender a hacerlo como le gustaba a los editores.
7. Cuáles fueron las etapas que viviste en los años que pasaste trabajando en la Editorial Columba
Siento que me pasa algo curioso: soy uno de los últimos guionistas que tuvo la oportunidad de formarse en una editorial. Me refiero a la editorial como empresa productora de revistas, con estándares de producción y línea editorial definida, con gente que te guiaba en las pautas sobre las que desarrollar tu creatividad. Luego desaparecieron y me sentí a medio camino de mi formación como profesional. Tanto para los viejos lectores como para los que sobrevivieron leyendo, principalmente, lo que venia de afuera yo era un desconocido.
Las etapas Columba me animo a definirlas en tres:
- Posterior al concurso: me propusieron escribir para Robin Wood o adaptar novelas best-sellers. En ese momento yo quería ver mi nombre impreso en la revista, así que acepte la segunda opción. Mi “tutor” fue Manuel Morini y me hizo rescribir tanto el primer episodio que desistí: nunca llegue a terminar mi primera adaptación.
- La renovación: tras unos años en record, vino la renovación en Columba, con una apertura a autores de estilos no tan “columberos”. Igual, trate de contar mis historias mas cercanas al estilo tradicional de la editorial. Esta etapa duró poco mas de un año. Lo curioso es que escribí muchas series y unitarios, de las que se publicaron unas pocas (e incompletas). Pero todo lo que escribí se me pago. ¿Que paso entonces? Un misterio del insondable mundo editorial.
- Robin: tras el fracaso de esa “renovación”, acepte escribir para Robin Wood. Y me saque el gusto de contar historias de mis personajes favoritos: Nippur de Lagash, Martin Hel y El Peregrino. También hice alguno de Mojado y Starlight. De nuevo, todo me fue pagado, pues Robin usaba mis guiones (junto con los de otros colaboradores) rescribiéndolos o simplemente extrayendo el plot o idea. Fue una linda experiencia que, sin embargo, no produjo ninguna influencia profesional en mi desarrollo estilístico.
8. Cómo era la "vida cotidiana" del trabajar para la Editorial Columba
Como la mayoría, el trabajo lo hacíamos en nuestra casa. Algunos, sobre todo los dibujantes, disponían de un estudio. Entonces, un día a la semana, generalmente los viernes, íbamos a la editorial a entregar el material y “discutir” el material entregado la semana anterior. Ahí defendíamos con éxito nuestros escritos. Y si no lo lográbamos, negociábamos los cambios a realizar.
De esos días, era bueno visitar las oficinas o sectores donde se “cocinaba” la revista. Ver al colorista pintando las mascaras de colores sobre un papel manteca y usando lápices de colores; al equipo de diseño como se las ingeniaba para armar las portadas; a la chica que tipeaba los globos que luego pegaban sobre los originales; oír o participar de las conversaciones mas disparatadas entre los guionistas, diseñadores y gerentes. Y una vez al mes te daban un vale para retirar las revistas que se habían publicado en ese periodo.
Pero lo mas agradable eran las reuniones en el bar cercano: guionistas y dibujantes compartíamos un almuerzo o un simple café solo para conversar, criticar a los ausentes (sin malicia) o a otras publicaciones. Y allí, muchas veces, nacían las colaboraciones.
9. Cuáles consideras qué han sido los aportes de Editorial Columba al género de la historieta
Hoy en día hay muchos que dicen que Columba no hacia historietas. Es mas, en sus portadas anunciaban “novelas ilustradas”. Yo creo que si, que eran historietas al estilo Columba. Muchos también dicen que los collages del maestro Breccia no se pueden juzgar como historieta. Por eso, objetivamente, con el correr de los años Columba impuso un estilo de historieta, aunque careciera en su mayoría del elemento crucial para definir una historieta: la narración grafica, la continuidad secuencial. Eran, justamente, lo que se promocionaba en sus portadas. Claro que hubo excepciones por parte de los artistas mas “vendedores”, pero las reglas eran claras: los guiones debían tener bastante texto y entenderse sin la necesidad del dibujo. Y esto es un elemento por el que muchos recuerdan con cariño sus publicaciones: en sus paginas aprendieron a leer, a cultivar ese habito con un nivel superior al de ciertos periódicos amarillistas y populares.
Para mi generación, nos sumergió en un mundo de aventuras comparable a lo que Hora Cero o Patoruzito logro en las décadas previas.
De todas formas, muchos coincidirán conmigo en que resulto ser la primer escuela donde el incipiente artista cobraba por aprender el oficio.
10. Cuáles fueron los orígenes de los primeros guiones que publicaste
¡Ja! Me río pensando en esta respuesta. No afirmaría que sucede con todos los escritores, pero muchas de las historias que yo escribo salen de realizar catarsis por problemas que me aquejan o me preocupan. Es sucedió con la historia que obtuvo el segundo premio: refleja muy bien mi anhelo de ser un guionista de la editorial y, mediante una situación fantástica, resolver una relación conflictiva con mis padres. Afirmo, convencido, que escribir le ha hecho perder mucho dinero a los analistas.
Cuando comencé a escribir para Skorpio, lo hacia tratando de emular la estructura de “The Twilight Zone” o de “Outer Limits”, series que no me perdía bajo ningún concepto en mi infancia.
Claro que desde entonces ha pasado el tiempo. Justamente, hace pocos días, comentaba que se puede comenzar a escribir a cualquier edad, pero recién es personal cuando uno carga con varios años encima, cuando la mochila de experiencias no esta vacía.
11. Cuáles han sido los momentos más agradables y más desagradables que vivieras al trabajar para la Editorial Columba
Bueno, de los agradables he hablado en mas arriba: conocer, codearme como iguales con artistas que admire como lector me sobrepasaba. Aun me sucede con muchos de ellos. No podía asimilar el hecho de estar del otro lado del mostrador. Oír las anécdotas de Presa; la etapa que escribí para Robin y reírme a carcajadas cuando se daba que se hacia presente Walther Taborda. Llegar a casa con el pilón de revistas y ponerme a leerlas como cuando tenia 7 años.
Como desagradable, solo me toco vivir una: la censura. En los comienzos, ciertos temas estaban reservados para Robin Wood, solo él los podía tocar. Drogas, sobre todo. Luego, en la época de renovación, me toco una situación muy fea cuando me pidieron rehacer un episodio completo. En ese momento estaba desarrollando la historia de Manuela Saenz, destinada a publicarse en Intervalo. Allí, ella tramaba amistad con Rosa Campusano, amante de San Martin en Lima. Pusieron el grito en el Cielo, que como iba a decir que San Martin tenia una amante, que se les iba a ir encima todo el Instituto Sanmartiniano. Me “recomendaron” que la hiciera pasar por una amiga y nada mas. Con Bolívar no importaba, pues no era un héroe nacional. Pero San Martin era SAN MARTIN.

domingo, 16 de diciembre de 2007

Presentación del Libro"OESTERHELD y Nuestras Invasiones Extraterrestres"

El próximo miércoles 19 de diciembre, a las 19.00, se realizará la presentación del libro escrito por Felipe Ricardo Avila, "OESTERHELD y Nuestras Invasiones Extraterrestres", en el “Auditorio Malvinas Argentinas”, en Sarmiento 337/41 – 1° piso, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El extenso ensayo, escrito entre 1988 y 1999, tuvo su primera edición limitada a cargo de Ediciones Rebrote, allá por el 2003. Esta nueva edición, masiva, con una portada doble, diseñada para la ocasión por el mismo autor del libro, es publicada por DEUX BOOKS EDICIONES, y se presenta en dos volúmenes (prologados por los guionistas Robin Wood y Jorge Claudio Morhain), para favorecer su compra.
Participarán del evento Elsa Sánchez de Oesterheld, sus nietos y Francisco Solano López.
Habrá charlas y proyecciones. Se presentará el video clip de "El Eternauta" (música e imágenes) realizado por César Vidal y un video con apariciones de Juan Zanotto, Alberto Salinas, Alberto Breccia, Sendra, Carlos Meglia y Alejandro Fried, entre otros artistas, todos hablando sobre Oesterheld y El Eternauta.
Entrevistas realizadas por César Vidal para el programa "Master Comics" , emitido por el canal Infinito durante los años 94 y 95.
Creemos que será un evento ideal para los amantes de la buena historieta latinoamericana, una oportunidad de ver (o de volver a ver, para algunos) a artistas de la talla de Breccia, Salinas o Juan Zanotto. Y una forma, en definitiva, de apoyar la edición de un libro que bucea en nuestra Identidad, abunda en datos e información y se plantea como lema inicial a desarrollar que Oesterheld, cuando nos hablaba de una invasión extraterrestre, en realidad nos estaba diciendo poéticamente que han existido y existen imperios, y que siempre ha habido pueblos sojuzgados que se les resisten, y que lo hacen unidos, solidarios en la desgracia, con el fin de ser más fuertes. Medio eficaz de resistir la invasión.
Quedan todos convivados.

Javier Ignacio Rago (Rolkiem)

jueves, 1 de noviembre de 2007

Entrevista a Ruben Meriggi - Primera parte

A Ruben Meriggi lo "conocí" a mediados de los 80, unos meses después de terminar el colegio y en plenas visperas de postular a la Universidad cuando mi hermano mayor compró una revista dedicada a un bárbaro de Cimeria llamado "Conan", recuerdo que me impresionaron los trazos de un rostro fuerte y salvaje de cara cuadrada y mirada dura, que contaba con una fortaleza reflejada en las viñetas que componían las historias. Pero no habiamos asociado aún a Ruben con las historietas de Editorial Columba sino hasta el momento en que, después de 20 años de lector asiduo de comics, decidimos publicar este Blog dedicado a la historieta y a la Editorial Columba, comenzamos a preocuparnos por los artistas y sus obras, encontrandonos con una "sorprendente" para nosotros coincidencia entre Wolf y Conan...

Gracias a las posibilidades que la nube globalizadora que es internet nos permite, y a la paciencia del maestro Ruben, podemos alcanzarles la primera parte de una entrevista que le hicieramos.

Sobre el artista

Quién es Ruben Meriggi? y cómo se define como persona y ser humano?
Como dibujante soy un enamorado de la historieta,especialmente del comic americano, de él me nutrí para formarme. El cine también ayudó muchísimo a esto.
Como persona ,creo ser un tipo sencillo, que está detenido en el tiempo,Me siento un eterno adolescente.
Muy enamorado de mi mujer ,de la vida y de mi hija del corazón ,que hace poco está con nosotros.Odio la injusticia en el mundo, su autodestrucción ,la pobreza, la guerra.
Soy un romántico soñador.
Cómo artista y creador cuál ha sido su formación y estudios
Soy autodidacta, me formé leyendo comics americanos que llegaban a Argentina editados por Editorial Novaro.
De muy chico ,desarrollé la habilidad de detectar a los grandes del dibujo americano de la década del 60 ,70,JoeKubert,Jack Kirby,Neal Adams,John Buscema.
Copiando a estos ídolos ,me fui formando.
Quiénes han sido las personas que más han influenciado en su vida profesional
Sin duda Kubert y Kirby y el que fue el director de arte de Columba ,Antonio Presa,mi padre artístico. Él me guió y me ayudó a descifrar a estos monstruos del comic mundial.
Cómo se ha visto influenciado su entorno familiar por el trabajo que realiza
El mundo de la historieta está presente en mi hogar,muñecos, posters,disfraces .Como anécdota, en la fiesta de mi casamiento ,entramos al salón con la música de la película de Supermán.
Mi familia me acompaña a todos lados,convenciones, exposiciones,etc.
Van al cine y ven conmigo todas las películas del mundo del comic ,respiran comics ,viven comics. Mi esposa me ayuda en las páginas de historietas,borra, colorea,etc.Hasta mi suegrita colabora.
Cuáles consideras qué han sido sus aportes a la historieta como género
Bueno, esto es como un poco mucho para que yo lo diga.Si, puedo decir que en la época de Columba le aporté lectores jóvenes a la editorial con el personaje Crazy Jack.

Sobre la editorial columba
Qué significaba para un joven como ud. llegar a Editorial Columba

En mi caso fue algo raro,ya que no me gustaban sus revistas.
Al principio fue duro para mi, con mis quince años ,tenía que aprender que lo que a mi me gustaba ,no era lo que la editorial quería.Tardé un tiempo en comprender que significaba Columba.Una gran editorial.
Cuáles fueron las etapas que viviste en los años que pasaste trabajando en la Editorial Columba
Empezé dibujando lápices para la serie Argón el justiciero ,escrita por Oesterheld.Estos trabajos los entintaba el maestro Enrique Villagrán.Más tarde Presa me pasó a otro maestro de la historieta,Lito Fernández.Con el aprendería sobre narración.Dibujé los lápices de :Dennis Martin,Bull Rocket,etc.
A un directivo le gustó lo que hacía junto a Lito y me dieron series policiales donde tenía que seguir su estilo.
Etapa de mi vida de dibujante que fue productiva en lo económico,pero no en lo artiítico.Odio ésta etapa.
Cansado de dibujar policiales le pedí a Presa que me diera la oportunidad de dar un giro en mi carrera.Me escuchó y me dió un guión de Robin wood que nunca se publicó ,era de guerreros, al estilo Nippur.
Como eso gustó, me dió una serie medieval llamada Rodwin de Britannia ,con guiones de Armando Fernández ,un guionista que me escuchó y me dió la oportunidad de aportar mis ideas en sus guiones ,hoy un gran amigo.No dibujé muchos episodios de Rodwin,En esa época un gran dibujante, Jorge Zaffino dejaba una serie llamada Wolf, la editorial me pidió que la continuara,junto al maestro Armando , hicimos uno de nuestros mejores trabajos, con muchísima aceptación de la gente.La saga del renacimiento de Wolf, recuerdo en aquellos días ,la inmensa satifacción cuando Jorge Zaffino, en una feria del libro ,se acercó para decirme que le encantaba el nuevo Wolf.
El momento más importante de mi carrera ,en esa época ,fue cuando me dieron la adaptación de la película Krull.Ahí comenzó a asomar mi estilo.Algo que se venía gestando lentamente,porque le editorial pedía que en Wolf ,mi dibujo se pareciera al de Zaffino.
En Krull ,empiezo a experimentar y a poner cosas del comic americano.Una diagramación dinámica,la adaptación dividida por capítulos, personajes más poderosos,etc.
Como anécdota,ni Armando Fernández ni yo ,vimos la película antes de hacer la adaptación, la vimos después.
Krull fue un éxito.Por esta película ,me salió la opción de dibujar Mark 2 .
Hice 4 páginas de Mark 2,se aprobó ,pero lo rechazé,ya que no me pareció buena la idea de seguir un personaje tan fuerte de la editorial ,dibujado nada más y nada menos que por Ricardo Villagrán.
Nace entonces CRAZY JACK, junto a Gustavo Amézaga, creamos el personaje que más satifacciones me dió en Argentina.Recuerdo la alegría de ver Crazy en tapa y saber que era uno de los personajes que más vendía.Esto era importantísimo,dos artistas jóvenes logrando un éxito en la editorial que dominaba Robin wood.
Más tarde llegaría Ciborg, Arr,Historias de mañana, Nibelungos, Blood town,más adaptaciones de películas,etc.
Cómo era la "vida cotidiana" del laborar para la Editorial Columba
Es increíble, pero al contestar esta pregunta, me doy cuenta que hace años vengo haciendo lo mismo,ja!!
Era empezar a dibujar bien temprano,y tratar de llegar a la fecha de entrega.
A la editorial ,al principio ,corría a buscar guiones a entregar y a cobrar, más tarde ,por la amistad con los que trabajaban dentro ,pasaba casi todo el día ahí cada ves que iba.
Unos días espectaculares.
Cuáles consideras qué han sido los aportes de Editorial Columba al género de la historieta
Lo más importante,fue escuela de maestros ,de ahí salieron grandes de la historieta nacional ,no los nombro para no olvidarme de ninguno.Está a la vista de todos.
Cuáles han sido los momentos más agradables y más desagradables que vivieras al trabajar para la Editorial Columba
Muchísimos de las dos cosas.Momentos agradables:
ver mi dibujos publicados por primera vez.Esa mañana, de un jueves, llegar al quiosco corriendo para ver mi primera historieta publicada en el Tony, un momento único.
Cuando salió Krull,cuando salió Wolf,cuando salió Crazy,cuando publicaron mi nota con una foto por primera vez,etc,
Desagradables:los malos manejos de los directivos, que llevaron a la destrucción de la editorial.La falta de unión entre los artistas para poder defender lo nuestro,el cierre de la editorial madre.
Qué anecdotas recuerda de tus compañeros de labores (guionistas y dibujantes)
Uf!! hay muchas,en la editorial jugábamos al fútbol en la misma oficina,campeonatos de flatos,eructos.
Recuerdo el día que la actriz Jennifer Conelly, (Hulk,Rocketer)sonriente, estaba parada en la puerta de Columba y a Enrique Zambrana ,tapista de la editorial ,palido, porque le sonrió a él.
Armando Fernández ,peleándose en la bienal de Córdoba con la plana mayor de la revista Humor,defendiendo a Columba.
Los partidos de fútbol que le ganábamos a Humor por goleada,los asados,etc.
De todo un poco.

domingo, 10 de junio de 2007

Entrevista a Ramon Columba : Tercera Parte

Tercera parte: Columba y el desarrollo de la historieta

- De sus palabras deducimos las grandes perspectivas que se abren para los dibujante.
- Ustedes calculen...Vale decir que los aficionados pueden entregarse a practicar dibujo con la confianza de que no va a faltar trabajo y buena remuneración para ellos. Los buenos, actualmente no da abasto, aun cuando ya son muchos. Y como en todas las profesiones triunfan los mejores, por su talento y experiencia. Cuando estuvo Walt Disney en Buenos Aires, hace dos años, quedó sorprendido cuando le presenté a casi trescientos dibujantes argentinos. “No sospechaba encontrar un foco tan grande y dudo que lo supere Nueva York” –me dijo.
-¿Cuántos artistas colaboran en la Editorial Columba?
- Alrededor de cuarenta. Algunos, como Eugenio Colonesse, (3) que aunque es un chico italiano puedo decir que es “producto exclusivo de nuestra editorial”. Yo tengo el honor de haber guiado sus pasos. Entre los restantes, se destacan: Rapela, D’Aderio, Jorge y Arturo Pérez del Castillo, David y Angel Borisoff, Alfredo Ferroni, Cozzi, Marius, Sesarego, Letteri, Llambí, Casalla, Moraga, Haupt, Videla, Salomón, Novelle, Savino, Della Porta, Le Voci, Margarita López Medana, Barbieri, Muñoz Barris y Linage.
- Una palabra par los aficionados, señor Columba...
Que les agradezco a todos los que confían en mis consejos. Tengo cartas que vienen de los más apartados rincones del país. Hasta de Punta Arenas (Chile). Me agobia la responsabilidad de pensar que muchos hacen depender de mí su porvenir. Eso es demasiado. Yo lo único que puedo hacer es darle las normas que, a mi juicio, sirven para llegar, aunque siempre hay factores que conspiran contra la buena suerte.
-¿Cuáles son esas normas?
Buscar, primeramente, un maestro de los consagrados y copiar su estilo. Copiarlo tanto como se pueda, y una vez adquirido el estilo, practicar del natural hasta moldear cada uno su personalidad. Así hizo Colonesse y varios otros. Y ya ven el resultado.
-¿Podría darnos, para terminar, una síntesis de sus trabajos de dibujante y humorista?
- Sí, con mucho gusto: He editado muchos álbumes. La mayoría, con centenares de apuntes rápidos, “relámpago”, que a los periodistas norteamericanos les inspiró ese apodo que me pusieron: “El pirata de la expresión”, porque dicen que yo se la robaba casi sin que se diera cuenta, al caricaturado (sic). He hecho, además, varias exposiciones en nuestra capital y ciudades del interior. He ideado la conferencia dibujada que consiste en hablar y dibujar. Dibujé desde el año 39 al 46, en “Sucesos Argentinos”, el noticiero cinematográfico. He publicado tres tomos de “El Congreso que yo he visto”, que son mis memorias de taquígrafo parlamentario. Como ustedes saben, pasé cuarenta años en el Congreso. Entré el año 1907 y me jubilé el 46. Preparo ahora un cuarto tomo. En estos libros he compilado mis caricaturas políticas hechas durante ese lapso, en diarios y revistas. Las he salvado así, del fácil olvido de la posteridad. Hice tres viajes a Europa y dos a Estados Unidos entrevistando a reyes, presidentes y dictadores.
Nosotros, pensando en esta labor inmensa, nos despedimos del maestro de la caricatura argentina, agradeciendo en nombre de “Dibujantes” este reportaje que ha de proporcionar una gran dosis de optimismo y un magnífico ejemplo, a todos los que en nuestra tierra, quieran hacer algo “con un simple lápiz en la mano”, como Ramón Columba hizo.
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(3) Eugenio Colonnese, con doble ene. Dibujante de origen italiano que llegó a la Argentina en 1946, a los diecisiete años y ya a los veinte era colaborador en Columba. En 1962/63 se radicó en Brasil, donde aún reside (Carlos Martinez).

viernes, 8 de junio de 2007

Entrevista a Ramon Columba : Segunda Parte

Segunda parte: conceptos y origen de las publicaciones Columba

De retratista en los bancos de la escuela –donde dejó uno del doctor Carlos Pellegrini que actualmente se exhibe en la sala de la Bandera- pasó a la caricatura, que no es sino el relato “relámpago”, abreviado y psicológico de una persona, según lo define Columba y fue a esta facultad extraordinaria que él tanto domina, a la que debió su éxito, no repetido por ningún otro dibujante. En Hollywood (California) cuando después de ser “desahuciado” por los periodistas mejicanos de que no lograría llegar a entrevistar a los astros del cine –pronóstico confirmado allí por los colegas norteamericano- fue tan grande la propaganda que le hizo el gran diario de Los Angeles “Los Angeles Daily Times”, que “llegó” a todos, a Carlitos Chaplin, Norma Talmadge, Douglas Fairbanks, Mary Pickford, Mary Prevost, Monte Blue, Irene Rich, Rodolfo Valentino, Collen Moore y Luisa Fazenda, hasta agotar el elenco de las luminarias hollywodenses de la época.
Dos palabras, ahora, sobre su famosa revista homónima. Cuando Ramón Columba inició en 1923 –hace precisamente treinta años- su revista “Páginas de Columba”, las puertas de esta primera revista criolla se abrieron de par en par, para todos los lápices noveles y así entraron a publicar sus primeros trabajos: Dante Quinterno, Divito, José Luis Salinas, Raúl Roux, Gonzáles Fossat, Iribarren, Tabernig, Muñiz, Cotta, Linaje y Valdivia, entre otros. Hasta entonces las revistas porteñas estaban dirigidas y dibujadas por maestros europeos radicados entre nosotros. Ellos eran: Stein. Sojo, Mayol, Cao, Zavattaro, Villalobos, Gimenez, Eusevi, Redondo, Friedrich, Medina Vera, Martinez Jerez, Alonso, Málaga Grenet, Navarrete, Olivella, Rojas...Estos fueron los que nos enseñaron el camino –declara Columba- aunque yo me confieso, en particular, discípulo de José María Cao, el gran caricaturista que después de haber colaborado en “Don Quijote” con Eduardo Sojo, se convirtió en el primer lápiz de “Caras y Caretas”. (2)
-¿Cómo se reveló en usted la vocación por el humorismo?
- Fue debido a la admiración que me inspiraban, precisamente, las caricaturas de Cao en “Caras y Caretas” a comienzos del siglo.
-¿Y usted llegó a conocer al maestro?
-Una sola vez cambié breves palabras con él. Fui a verlo con Pelele para pedirle su cooperación. Estábamos organizando en 1917, un Salón de Humoristas y le solicitamos algunos originales.
-¿Cuándo fundó “Páginas de Columba?
- En 1922, en forma de álbum de caricaturas. Se vendía en las librerías y dado el éxito alcanzado y con el apoyo del comercio –a la Franco Inglesa y a la Cervecería Quilmes, les debo el primer apoyo- en 1923, la hice revista popular y así comenzó “Páginas de Columba”. Daba un “Suplemento Infantil”, cuatro hojitas en papel de color, con historietas que gustaron tanto que, cinco años después, en 1928, se convirtieron en 16 páginas grandes: “El Tony”. A ésta le siguió “Intervalo” en 1945, “Fantasía” en el año Sanmartiniano (1950) y en el 51, “Intervalo Extra”.
-¿A qué se debe según usted, el triunfo de la historieta?
-A la constante avidez de los lectores por la aventura de que antes eran intérpretes Dumas y Julio Verne. La versión literaria se siente ahora enriquecida por la prodigiosa imaginación de los dibujantes. Hay otra ventaja en nuestra labor y es la síntesis gráfica. “Un dibujo dice más que mil palabras” –según el proverbio chino. Y eso se cumple en la historieta, ayudando a conocer –en cuanto a las novelas adaptadas de “Intervalo” e “Intervalo Extra” se refiere- obras extensas que antes no llegaban a la masa.


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(2) “Caras y Caretas”. Revista aparecida en 1897. Dedicada inicialmente a la sátira política abarcó posteriormente temas de interés general. Desapareció en la década del treinta aunque el título fue utilizado en diversas oportunidades, incluso en la actualidad (Carlos Martinez).